Y ahora llega la navidad que es un bono sin descuentos para gastar dinero que no tienes o acabar de romper la báscula. Para seres hipertróficamente inquietos como la que suscribe, no estar haciendo mil cosas a la vez significa ser casi un cero y restando, es decir, la hecatombe. Con los años no logro limar uno de mis peores defectos, la falta de temple me pasa factura cada día y no me muerdo las uñas, ya ni sé ni porqué. Entonces salgo a dar un paseo al lugar equivocado pero me gusta que la gente entre en las tiendas y no salgan cargados de mil bolsas. Me reconforta la idea de saber que la crisis los ha librado de sortear entre el polvo y el plumero de estanterías estauíllas pseudoexóticas de PVC made in. Ahora todos somos decoradores y tenemos unas casas monas, no tanto como las de "Quién vive ahí" pero casi casi...
Espero que en lo que queda de año algún sobresalto inesperado me sacuda y poder quejarme a gusto por el estrés, aunque de eso poco me guste quejarme, porque me encanta.
Muestras de diferentes hilaturas.