Durante la carrera los pajaritos ensoñadores alrededor de esta idea son alimentados por docentes que son eso, docentes porque no han podido ser otra cosa. La mayoría, hay alguno que se salva, pero que vamos, la docencia no ha sido vocacional sino necesaria para su economía. Está bien que proyecten en los ciento y pico pupilos por promoción todos esos sueños frustrados que no han sido capaces de conseguir rulando de beca en beca.Siempre he sido muy auotocrítica así que mucha gente ponga en cuestión el valor de esta profesión no me molesta en absoluto, puede que sea una de sus mayores retractoras.
El caso es que no existen demasiados espacios entre la multitud para nosotros, ni falta que hace. El caso es que me he mentado dentro de un edificio donde han convivido gente de las artes que odian a los snobs de la moda. Los que hemos estado en los dos lados está claro que desconocemos de este tipo de odio que traduzco por la envidia más salvaje porque diferencias hoy por hoy... las justas y en todo caso favoreciendo al mundo modil: hay resultados profesionales desde el 2º año sin discursos cutres y contextualizaciones absurdas a las que dotar de sentido, tan sólo resultados. A día de hoy es por lo que la gente del arte se pega de tortas por conseguir una beca que aletargue su stand by. Está claro que hay excepciones, ni qué decirlo. El resto se ha enroscado alrededor de un "no rendir cuentas a nadie" generalizado y nunca hay resultados, sólo mamarrachadas para salir del paso. Todos lo vemos cuando vamos a un museo, enseguida te das cuenta, no hace falta ser un gran especialista en nada. O te llega o no y el discurso profundis de la experiencia de un ser que se cree más que nadie por hacerse llamar artista me hace roncar, porque para artistas en este país ya tenemos a Raphael.
Perdona que no me levante si te haces llamar así.
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