3/1/10

Pasar por Sargadelos

No conocía la porcelana de manipularla aunque como material siempre me había llamado la atención. Pocas son las ocasiones con las que te encuentras para poder trabajar con ella, ya que requiere un proceso técnico complejo (pasando por una cocción de a partir 1100ºC, en Sargadelos era de 1435ºC, que requiere de hornos especializados como poco). Casi reúne todas las condiciones de lo que a mi parecer, considero exquisito: sutil, ligera, blanca, frágil y cara. Más allá de la exclusividad a la que parece acogerse en cualquiera de sus formas pertenece al limbo de lo perfectamente reconocible como sofisticado y deseable. Incluso unas patatas hervidas saben mejor en un plato de porcelana.

Mi afición por la porcelana, su diseño, historia y motivos viene desde hace unos años. De Kassel, http://www.documenta12.de/100_tage.html?&L=1 verano 2007, me traje un librito japonés  Pattern of Ceramic Art que considero una de mis joyas junto con el de Traditional clothes of Okinawa.



Este estilo de porcelana es conocida como ko-Kutani y se empezó a producir alrededor de mitad del siglo XVII en Japón. No he tenido la suerte de tener nada de esta índole entre mis manos, pero intentaré provocarla. Lo que sí he tenido la suerte de ver y vivir ha sido la experiencia en la mítica fábrica de porcelana de Sargadelos de Cervo, en Lugo este agosto pasado. En principio iba con ideas bastante cerradas sobre lo que quería producir en ese mes para introducirlo en mi proyecto de 2º (cosa que no fue posible porque desconocía totalmente los procesos de producción y las limitaciones técnicas del material). Una vez allí y visto el panorama tuve que reestructurar por completo todo lo que tenía en mente y adaptarme a las circunstancias y limitarme a producir más bien "complementos". Existían 3 materiales posibles: gres, refractario y porcelana.



Todos son cerámicas que utilizan en la fábrica según el modelo de pieza en cuestión. Aunque experimenté con los tres desde el primer momento me decanté por la porcelana. La porcelana se podía trabajar de dos formas: en pasta o en colada (líquida).



La que venía en pasta, en unos rulos de unos 10 centímetros de diámetro, se semejaba al modelado del gres o del barro rojo con algún tipo de "desventajas" ya que su modelado era mucho más complicado. Tenía que ser una plancha uniforme y  no debía sobrepasar los 5 mm de grosor para evitar roturas en la cocción. Además se secaba con rapidez, por lo que alcanzaba un punto elástico de modelado y lo mantenía en un período muy breve de tiempo, por lo que era necesario manipularlo rápido para que no cuartease antes de darle la forma final. Este tipo de porcelana en pasta la emplean en la fábrica para la elaboración de platos básicamente.



La líquida para las coladas no difería mucho en composición de la de en pasta, algo más de agua y un aglutinante. El proceso de colada se realiza para la extracción de una pieza cualquiera, a la que previamente se le ha realizado un molde, en este caso de escayola, con un material final "de colada" líquido (en este caso la porcelana), que se va depositando y fraguando en las paredes del molde por sedimentación contínua.

 
Estos son los moldes de escayola con las piezas que he utilizado como modelo.



La porcelana líquida para la colada y los moldes anteriores ya con la colada sedimentándose. 

El proceso es el siguiente: se introduce la colada por el bebedero (agujero en la parte superior del molde) hasta que lo llene por completo, justo un poquito más que el ras de la superficie del molde. Poco a poco, la colada irá bajando como se puede ver en la fotografía debido a la sedimentación de la colada y es necesario ir rellenando el bebedero hasta la superficie del molde durante los 9-10 minutos aproximados que la vamos a tener dentro, para que las paredes de la pieza final sean uniformes. Pasado este tiempo, damos la vuelta al molde y vaciamos el resto de colada que no ha sedimentado y dejamos secar una media hora hasta que abrimos el molde para retirar la pieza final. Mediante este proceso se obtiene una pieza hueca, con una pared que cuanto más fina sea mejor. Normalmente el siguiente paso es bizcochar la pieza. El bizcochado es una primera cocción a unos 800º C para quitarle por completo la humedad y conferirle cierta resistencia. Además este proceso permite el vidriado (barnizado) y el poder decorar las piezas mediante pigmentos. La porcelana bizcochada adquiere un tono rosáceo.



 
A cada uno nos daban un plato hondo y otro llano. Estas fueron mis propuestas de diseño.

Una vez decoradas se pueden vidriar y ya están listas para la cocción. En la imagen se ve el carro donde van colocadas las piezas que se meten tal cual en el horno. Se apilan de este modo para este tipo de piezas. En la fábrica utilizan otro tipo de soportes más industrializados.






 La fábrica tiene un encanto peculiar. Todo parece congelado desde hace 40 años.









El resultado final de mi mes en Cervo fue el que muchos ya conocéis:




Fue una gran experiencia. A quién quiera vivirla se la recomiendo desde la más sincera mala leche que me caracteriza, es digna de cualquiera que quiera hacer algo, sea lo que sea. Para quién quiera visitar la fábrica se puede hacer sin problemas dentro de un horario establecido. Más que recomendable.
http://www.sargadelos.com/

1 comentario:

  1. El resultado de la mala leche, cómo tu ya sabes, SIEMPRE es excelente!!!!!!!!!!!!!!!!

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