29/11/09

Un merecido premio que no llegó.

Pájaros en la cabeza, de Eva Soto pasó desierto dentro de la repartición de los panes la noche del jueves. Era indiscutible que se merecía de sobra algún tipo de mención, porque el proyecto, al igual que un par de ellos más, se descolgaba del resto por el nivel de ejecución, concepto y calidad en general. Fue una sopresa poco grata para el público asistente por lo que pude constatar luego en el catering y para mí también. Sólo dispongo de esta fotografía que extraje de la Voz de Galicia pero los detalles del mismo eran más que aplaudibles.



Los sombreros/tocado rozaban al límite la estructura de la pasarela, pasando a unos escasos centímetros de los focos cada vez que la modelo se giraba. Temía personalmente por ellos, porque conocía de primera mano la preocupación de la diseñadora por esta cuestión en particular. Son muchos meses de trabajo que se concentran en apenas 5 minutos. Sí, es intenso.

Los pajarillos que a escala real abundaban en otros estilismos personalmente me encantaban. Extraídos de un positivo real, me parecían muy poéticos y logrados. Coger un pájaro muerto, que ha sido libre o no tanto, esos que vuelan, a los que envidiamos profundamente, hacerle un molde y reproducirlo es algo más que poético. Se me ocurre pensar en un homenaje a todas esas ideas muertas, por lo de los Pájaros en la cabeza.

Ahora el debate se podría emprender alrededor de la palabra premio, de las puertas que abre y que cierra, de lo determinante o no que pudiere llegar a ser. Lo que pasa es que más allá de la cantidad económica la difusión es mayor y tu trabajo transciende de otro modo, mejor o peor, pero llega. Sin duda es una bonita medalla para el currículum y las flores crecen de otro modo a tu alrededor. Todo el set de jardinería puede que corra a cargo tuyo, pero bueno, el jardín ya es tuyo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu opinión es importante para mí. ¡No dudes en dejar tu comentario!