Gidon Kremer, Auditorio de Galicia, Santiago.

Ahora que es Xacobeo existimos para el mundo y aún menos mal que en cuanto a música clásica se refiere no nos podemos quejar porque aún se deja caer muy de vez en cuando algún que otro concierto apetitoso, cuando no sin entradas claro está. El caso es que esta semana tuve el gusto de oir tocar en directo a este señor entrado en años. La verdad es que es necesario ver tocar a la gente en directo, el sonido no tiene nada que ver, por supuesto, con youtube ni con la mejor de las audiciones Deutsche Grammophon.

Por preferir puestos a decir me gustó mucho más el concierto de Zimmerman al que asistí unos años atrás independientemente del programa. El virtuosismo satura y cuando esto ocurre buscas que te llegue algo que no tenga que ver con la más depurada de las técnicas y esto también es algo muy personal. Este señor está más que consagrado pero pude constatar notas desafinadas que en el anterior concierto no recuerdo recordar.Puede que las solapas de terciopelo, su labio caído, que leyera por partitura o el descoordinado vestuario del elenco femenino de la orquesta me disturbed. Algo que todavía no llego a entender. Los hombres de frac y las mujeres de negro y cada una a su demodé. Constatando que este tipo de orquestas como la Sinfónica de Galicia está formada por músicos de muchas nacionalidades se puede uno imaginar la multitud de aportaciones locales y folclóricas que cada paisana incorporó a sus estilismos. Rigor, merci.